lunes, 28 de septiembre de 2009
jueves, 24 de septiembre de 2009
Ministro vinculado a empresa chuponeadora
Hoy una nota de Ana Núñez de La República explica bonito el entripado en el que está metido el ministro de Vivienda:
Termina siendo por lo menos irónico, si no absurdo y contradictorio, que Francis Allison –uno de los ministros que ingresaron al Ejecutivo como parte de esa salida política al escándalo de los ‘petroaudios’ que significó la caída del gabinete Del Castillo– haya sido asesor de Business Track (BTR), principal empresa responsable de la interceptación que, entre otras cosas, dio nuevo significado al término ‘faenón’.
Siete recibos por honorarios profesionales a nombre del ex alcalde de Magdalena, hallados por la jueza María Elena Martínez –del 34 Juzgado Penal– durante la revisión de parte de la documentación de BTR, así lo confirman.
En total fueron 62 mil 700 soles en seis meses (entre enero y junio del 2008) cobrados a los chuponeadores por el entonces alcalde y ahora ministro.
Por supuesto, no pasará nada de nada. Después de todo, el jefe de Business Track, Elías Ponce Feijoó, trabajó para la campaña de Alan García contra Ollanta Humala. O sea que Allison trabajó para Ponce que trabajó para Alan. Y ahora Allison trabaja para Alan. Todo queda en familia.
jueves, 17 de septiembre de 2009
GOBIERNO MINTIÓ SOBRE EL GAS DE CAMISEA
Fuente: Poder 360º
Diversos documentos muestran que ya en el año 2003 se conocía que las reservas de gas certificadas eran menores que las que se informaba públicamente. ¿El objetivo? Preparar el camino para la exportación del gas, favoreciendo así exclusivamente a empresa mexicana.
“Seis”. “Ocho punto ocho”. “En realidad, tenemos diez”. “Ahora hay doce”. “Este año llegamos a catorce”. “Pronto estaremos cerca de los treinta”. De esta forma, como si se sacaran conejos de la chistera de un mago, se anunciaban y difundían las cifras que daban cuenta de las reservas de gas del Perú. Medida en trillones de pies cúbicos (TCF, por sus siglas en inglés), esta información suele ser fundamental para definir los lineamientos de la política energética de un país. Si no se manejan con seriedad, en cambio, terminan generando falsas expectativas de crecimiento y comprometen seriamente su futuro y desarrollo.
Pero hagamos un poco de memoria. Desde que el gas se reveló como un recurso fundamental para el Perú, la posición del Ministerio de Energía y Minas (MEM) había sido bastante tranquilizadora: las reservas probadas de Camisea (sumadas las de los lotes 88 y 56) superaban los 10 TCF. A comienzos de este año se anunció que llegaban a unos 14,1 TCF. La noticia fue recibida con entusiasmo, porque con esos niveles no había nada de qué preocuparse. Había gas para todos y para rato.
Fue a mediados del 2008 cuando aparecieron los primeros indicios de que algo andaba mal. Diversas empresas interesadas en invertir en áreas tan rentables como la generación de electricidad (Termochilca) y la petroquímica vieron frustradas sus aspiraciones porque Pluspetrol no les quiso firmar contratos alegando que no había gas. ¿Cómo que no alcanza el gas? ¿Y las reservas que se había anunciado pocos meses atrás? La preocupación empezó a extenderse e inmediatamente los ojos voltearon hacia el proyecto de exportación. ¿Cómo se iba a destinar reservas de gas para venderle a México si lo que había no alcanzaba para el mercado interno?
Las explicaciones no se hicieron esperar. Los promotores de la exportación salieron al frente para señalar que el problema no estaba en la cantidad de las reservas, sino en el diámetro del ducto, que no se daba abasto para transportar el gas destinado a satisfacer la demanda interna. Según ellos, bastaba verificar las cifras de la Dirección General de Hidrocarburos (DGH), encargada de establecer el nivel real de reservas, para darse cuenta de que no había problemas. El 2007, según la DGH, teníamos 11,15 TCF.
Sin embargo, a pesar de las “tranquilizadoras” explicaciones, la demanda seguía superando con creces a la oferta. Esto provocó que Roberto Ramallo, gerente ejecutivo de Pluspetrol, declarara en junio último que su compañía “no firmará más contratos de suministro de gas natural con nuevas empresas hasta certificar la existencia de reservas adicionales. No tenemos una fecha precisa para vender gas a nuevas empresas, podría ser un poco antes o después del 2010”.
El punto final a este debate sobre si la culpa del desabastecimiento la tenían el tubo o las reservas, lo puso la auditoría efectuada por la empresa Gaffney, Cline & Associates (Gaffney), que en junio último, y a pedido del Ministerio de Energía y Minas, presentó el nivel de reservas certificadas. Los resultados dejaron a todos boquiabiertos: las reservas probadas solo llegaban a 8,8 TCF. Es decir, había 5,3 TCF menos de lo que habían calculado el MEM y el Consorcio Camisea.
De acuerdo con información proporcionada por el Ministerio de Energía y Minas, se supo que esta situación se venía repitiendo desde el 2005. Las reservas probadas certificadas eran mucho menores de lo que se había venido anunciando, por eso no se podía firmar nuevos contratos. El riesgo era que hacia finales del 2010 empezarían a presentarse cortes y restricciones en el servicio eléctrico debido a la falta de proyectos de generación, cuya construcción se encontraba paralizada porque las empresas no conseguían contratos de gas.
Trillones en juego
Diversos documentos a los que tuvo acceso PODER Enterprise demuestran que desde el año 2003 el Consorcio Camisea, liderado por la argentina Pluspetrol, alertó que no era conveniente exportar el gas de Camisea debido a que, según sus proyecciones, las reservas no alcanzaban para abastecer el mercado interno.
Así lo expresa claramente el documento Pluspetrol Camisea – Position Paper, del 7 de abril de 2003: “Las estimaciones recientes sobre reservas probadas de gas del Lote 88 y la previsión de la demanda del mercado doméstico peruano para los próximos cuarenta años [que era el período de duración del contrato original del Lote 88], muestran una diferencia negativa de 4,2 TCF. Aunque Pluspetrol confía en que con el tiempo, la exploración y el desarrollo de pruebas de largo plazo se pueda reducir o incluso eliminar esta diferencia, hoy no podemos comprometernos ni garantizar las reservas de gas del Lote 88 para realizar un proyecto de exportación, mientras simultáneamente comprometemos y garantizamos los volúmenes de gas que se requiere para el mercado local”, señalan.
En otro informe de la compañía (Camisea: Strategic Value), de febrero del 2003, se muestra un cuadro en el que se indica cuál era el verdadero nivel de las reservas de entonces. Según el estudio de De Golyer & MacNaughton (una evaluadora seria del potencial de yacimientos de hidrocarburos), el Lote 88 tenía 8,7 TCF, de los cuales solo el 78% era recuperable. Por tanto, las reservas probadas llegaban a 6,8 TCF.
En cambio, el Lote 56 solo contaba con 2,0 TCF comprobados (2,5 probables, pero con una certeza de 75%). Sumados los valores de ambas concesiones, el país tenía 8,8 TCF de reservas probadas en dicho año.
Esto no es lo único importante que señala este cuadro. Según los cálculos efectuados, el país necesitaba 11 TCF para satisfacer la demanda interna de gas hasta el 2040. Es decir, sin vender gas al exterior, en ese momento, ya teníamos un déficit de 2,2 TCF. Por eso mismo Pluspetrol indicaba: “un operador responsable, antes de destinar sus reservas a un proyecto de exportación requiere: adquirir un conocimiento profundo sobre el comportamiento de las reservas; confirmar adecuadamente el desarrollo de las reservas comprobadas; convertir las reservas probables en probadas; incorporar reservas probadas de otros lotes”.
En dicho documento de Pluspetrol también se indica: “La propuesta del proyecto CLNG [nombre utilizado por la empresa antes de ser Perú LNG, para la exportación del gas] tiene dos aspectos que podrían ser políticamente controversiales. El primer hecho es que el país recibirá 12 centavos de dólar de royalty por cada millón de pies cúbicos [de gas] que el proyecto venda [en el extranjero], comparado con los 63 centavos de royalty y los múltiples efectos que en la economía generaría cada millón de pies cúbicos vendidos en el mercado local. Segundo, con precios bajos, el mercado local estaría subsidiando el desarrollo económico extranjero”, indicaba en el 2003. Cualquier parecido con la realidad no es mera coincidencia.
El diagnóstico de Pluspetrol revela que en dicho momento se podía establecer perfectamente que no era conveniente vender el gas al extranjero, y que esta posición no era exclusiva de analistas con intereses particulares o sin conocimiento del tema, tal como han pretendido hacer parecer en diversas ocasiones funcionarios del gobierno y ejecutivos de la ahora llamada Perú LNG.
La pregunta entonces es: ¿por qué si en el 2003 Pluspetrol alertaba sobre la falta de reservas de gas, el MEM y Hunt Oil (la compañía estadounidense interesada en la exportación del recurso) publicaban datos según los cuales había reservas de sobra?
La respuesta parece obvia hoy: porque se estaba preparando el terreno para que en el 2005 se hicieran las modificaciones legales necesarias que ayudaran a liberar reservas de gas para el proyecto de exportación.
La “confusión” en la medición de las reservas nace curiosamente de un hecho bastante simple: en el 2003 se comenzó a incluir como parte de las reservas probadas a las probables. Sin embargo, el hecho no quedó ahí, y tal como lo demuestra el informe Gaffney, como la suma de ambos rubros no superaba los 11 TCF en reservas en el 2009, Hunt Oil habría incorporado incluso las reservas posibles para sustentar la existencia de gas suficiente para la exportación.
Hacia el 2004, la DGH indicaba que las reservas eran de 10,87 TCF. ¿De dónde salía este número? Otro informe al que se tuvo acceso da la respuesta. Esta vez el documento es de julio último y tiene como fuente a Perú Petro, el organismo encargado de la concesión de los lotes de hidrocarburos. Ahí se señala que desde el 2004 el MEM, “con información proporcionada por Pluspetrol, viene considerando reservas probadas de gas natural en volúmenes superiores a los 8,8 [TCF] considerados por la certificadora Gaffney”. Todo esto antes de que se aprobaran las modificaciones legales necesarias para que el proyecto de exportación del gas fuese viable.
¿Qué es lo que sucedió? ¿Por qué Pluspetrol y el Ministerio de Energía y Minas decidieron utilizar reservas superiores a las certificadas? ¿En qué momento Pluspetrol, el operador del proyecto Camisea, decidió pasar de alertar sobre la no conveniencia del proyecto de exportación a publicar niveles de reservas que permitían sustentarlo?
Todo parece indicar, como señalan diversas fuentes vinculadas a Camisea, que había una decisión política de empujar el proyecto de exportación, y, en ese sentido, todos los esfuerzos tenían que orientarse a lograr ese objetivo. ¿Ello incluía manipular el nivel de reservas?
miércoles, 16 de septiembre de 2009
JEFE DE CHUPONEADORES TRABAJÓ PARA LA CAMPAÑA APRISTA
Fuente: El útero de Marita
Gustavo Gorriti publica Petroaudios
La semana pasada se publicó la primera entrega de “Petroaudios”, el último libro de Gustavo Gorriti. La revelación consiste en que el jefe de los chuponeadores trabajó para la campaña aprista.
En la entrevista, Gorriti amplía algunos aspectos de libro y anuncia lo que se viene.
Gustavo Gorriti publica Petroaudios
La semana pasada se publicó la primera entrega de “Petroaudios”, el último libro de Gustavo Gorriti. La revelación consiste en que el jefe de los chuponeadores trabajó para la campaña aprista.
En la entrevista, Gorriti amplía algunos aspectos de libro y anuncia lo que se viene.
jueves, 10 de septiembre de 2009
LA DECADENCIA DE UNASUR
Con el afán de no alargarnos demasiado, plantearemos las siguientes cuestiones:
1. Carácter capitulador del Nacionalismo Burgués:
En la conferencia de UNASUR se puso en manifiesto aún con más claridad el verdadero rostro del Nacionalismo Burgués y con ello sin duda alguna demostrar su papel capitulador ante el imperialismo que tanto dicen odiar, al parecer esas rabietas solo quedan en lo moral y se disuelven en el plano político porque en la práctica solo saben enfrentarlo en el tinterillo y la retórica.
2. Capitulación Venezolana: El presidente que puso más énfasis al tema fue Hugo Chávez, pero careció de fuerza política para lograr arrinconar a Uribe y lograr la expulsión de Colombia Uribista de la UNASUR, ello hubiese sido un mensaje contundente al Imperialismo Estadounidense y dejaba expresado que UNASUR no es compatible con la política intervencionista de Estados Unidos.
En vez de ser enfático y dejar la actitud caricaturesca a un lado, el verdadero papel de Chavéz en aquella conferencia era de no dejar ni un milímetro de espacio para el imperialismo y sus aliados y lograr que los demás presidentes que capitulasen entonces quedaran desenmascarados, pero pedirle ello al Nacionalismo burgués era dejarlo un lastre demasiado pesado que ya no puede cargar por el carácter conservador y burgués de sus gobiernos y de la corriente ideológica que profesa.
En UNASUR se hizo exactamente lo contrario, quién podría comerse tremenda patraña de que la actuación de las bases Estadounidenses en Colombia solo se remitirá a asuntos internos y que ello se garantizará con la verificación del acuerdo entre EEUU y Colombia, ello demuestra una vez más que las fuerzas del nacionalismo burgués tiene serias limitaciones y la única fortaleza se halla en sus flaquezas, y ese fue el acuerdo que en la conferencia de UNASUR firmaron los países que se dicen ser antiimperialistas, es decir dieron aval legal, solemne y diplomático para la actuación de las bases Norteamericanas en Colombia.
¿Y García?
Alan García desde luego es el representante, junto con Uribe del imperialismo financiero y colonial no solo del estadounidense sino de la burguesía internacional cada vez más reducida, pero destructiva.
En UNASUR Alan García Pérez pretendió establecer un papel hipocráticamente neutral, pero era notoriamente vergonzante su respaldo al uribismo y sus bases militares estadounidenses.
Lo más gracioso es que García en aquella conferencia manifestó su inconformidad por que en UNASUR había mucha discusión, y dijo pues que ello antes de la UNASUR no ocurría, esa tonta argumentación fue corregida por Correa (Presidente Ecuatoriano) quien le aclaró que precisamente es un gran avance que ahora se discutan temas que antes solo pasaban por “agua caliente” como se dice comúnmente.
En síntesis el planteamiento político de García para ayudar a su “coleguita” Uribe, fue que se haga una inspección de observadores a Colombia para ver si es que EEUU en sus bases tenía o no aviones y armas de alcance continental y que pongan en peligro la soberanía de la región.
Luego simplemente García alegó que si se encontraban armas de ese tipo entonces se prohibiría la instalación de aquellas bases Estadounidenses y en caso que no hayan tales armas, entonces no habría motivo para prohibir que Colombia tenga bases norteamericanas en su territorio.
!! Que buen chiste!!
Como buen burgués García sabe muy bien que EEUU jamás mostrará sus verdaderas armas.
Los aviones con radares Awacs tienen un alcance continental y son capaces de pasear por cualquier país sin ser detectados por algún sencillo radar de un país sudamericano, es más ni los propios radares Norteamericanos son capaces de detectar este tipo de aviones.
Luego de la vergonzosa participación de Alan García, por UNASUR, se manifestaron posiciones que desde el Nacionalismo Burgués fueron más enfáticas y claras como fue la de Correa, pero que al mismo tiempo por ser enfáticas no dejaron de ser vacías en su mayoría.
Correa en todo su discurso planteó dos cosas importantes, primero que demostró que Estado Unidos ya ha dado cátedra de que su presencia en alguna región no es en vano y no solo se remite a la filantropía. Ejemplos tenemos muchos, y Correa aclaró que para bombardear Irak, primero se argumentó que allí habían armas nucleares y o sorpresa después de invadir, bombardear y asesinar a medio país, resultó que tales armas no existían y solo dijeron disculpen nos equivocamos.
Luego de ello demostró que los primeros comercializadores de armas y pasta básica de cocaína son los mimos estadounidenses y por otro lado que muchos países han superado el problema con éxito sin necesidad de Estados Unidos.
3. Evo Morales:
Evo Morales, solo repitió las consignas antiimperialistas, pero su papel dentro de UNASUR no ayudó por no decir nada o casi nada en lograr la expulsión de Colombia de UNASUR sino, al contrario su fraseología quedó encerrada en consignas bien intencionadas, pero que no obligó a nadie a tomar posiciones claras.
Pero tal vez la más odiosa participación además de la de García y Uribe fue la de Lugo, tal vez porque tas su mal disimulado pacifismo, terminó apoyando a Uribe al alegar que él también le acusaron de lo mismo.
Mejor apoyo no podía haber recibido Uribe, para luego Lugo proseguir con frases dignas de resumirlas en un profundo vulgarismo retórico e insustancial, tal vez oír Uribe era menos insoportable pues su posición de hombre de derecha y fiel representante de la burguesía imperialista era ya abiertamente apreciable.
UNASUR finalmente capituló, se ha admitido y tolerado el imperialismo por todos sus poros, ahora la tarea de los movimientos, partidos, organizaciones indígenas, deben comprender atentamente que toda esperanza en el nacionalismo pequeñoburgués solo los llevará de derrota en derrota, eso ya se ha demostrado hasta el hartazgo y no se trata de copiar procesos, ahora la humanidad entera peligra y es cuando debemos deslindar con más fuerza con aquellos que en la práctica son incapaces de hacerle frente a la burguesía imperialista.
La única forma de darle vida a UNASUR era cerrándole el paso al Imperialismo financiero y Colonial que impone la burguesía imperialista de Estados Unidos, ahora sobran los motivos para que el carácter organizativo y el programa político rebase la estrechez del nacionalismo pequeñoburgués.
Diego – Prensa Fragor
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